16 Nov 2011

CRÓNICA DE UNA DERROTA ANUNCIADA



Las elecciones generales en España no son un misterio para nadie. Los sondeos son tan precisos que restan cualquier emoción a la campaña.
El 20 de noviembre de 2011 el Partido Popular arrasará electoralmente y conseguirá la mayoría absoluta con unos 10 millones de votos. Esta cifra representa a una minoría; aproximadamente el 25% de los españoles con derecho a voto que siempre votan y votarán a la derecha del PP, sin importarles los recortes, las privatizaciones o los escándalos de corrupción. Ese 25% de votos, gracias a un sistema electoral que favorece el bipartidismo y a la ausencia de competidores políticos se convierte en más del 50% del total de los partidos votados. Gracias a ellos el PP se comerá más de la mitad del pastel.
La gran mayoría (un 75,5% de los españoles) seguirá siendo no votante del PP. Alrededor de 11 millones de personas se abstendrán. El PSOE obtendrá los peores resultados de su historia. Será castigado por los votantes progresistas que se sienten traicionados ante los recortes sociales y el giro neoliberal. Los movimientos sociales de la izquierda (Anonymous, el 15M, Democracia Real Ya) proponen castigar el sistema bipartidista votando a partidos minoritarios o votando nulo, lo cual según ellos figurará como una denuncia al injusto sistema electoral.
Izquierda Unida a pesar de todo, se perfila como el principal beneficiario de la derrota del PSOE. El resultado que obtenga es el único dato impredecible que oculta el resultado electoral, aunque se sabe que en ningún caso llegará a igualar al PSOE, ni a convertirse en una fuerza política capaz de hacer frente al PP. La izquierda va a ser nuevamente derrotada porque no solo no se presenta unida, sino que hoy aparece más disgregada que nunca. En el espectro político de la izquierda han surgido otros grupos como Equo o Izquierda Anticapitalista sin ninguna intención de hacer bloque contra la derecha. En el lado contrario el partido UPyD se reivindica como la opción más centralista y combativa contra los independentismos. Todos tienen una postura autonómica, internacional e ideológica, pero ninguno tiene una receta para la hecatombe económica.

MI VOTO INÚTIL:

Nunca me había costado tanto decidir mi voto. Tras informarme y valorar el programa de los grupos minoritarios de izquierdas y corroborar la inutilidad de votar nulo, no me queda más opción que seguir votando al partido al que voto siempre cada vez con menos convicción; a Izquierda Unida. He tratado de encontrar aire fresco en otros partidos de izquierda, he buscado gente nueva, joven y con nuevas ideas y propuestas. Pero solo encuentro sectarismo (“solo nosotros somos de izquierdas”), odio a lo español y a lo madrileño (“tenemos la desgracia de vivir en esta ciudad infame”) y discursos decimonónicos (“luchamos por el proletariado contra la burguesía capitalista oligarca”).
Creo que Izquierda Unida sigue siendo el único partido de izquierdas coherente, cuando la coherencia significa apoyar al pueblo de Cuba o de Venezuela sin tener por ello que tragar con Gadafi, criticar el nacionalismo sin tener que adular a los independentismos y en definitiva, reivindicar un proyecto de izquierdas sin resultar pedante ni desfasado.

Por eso les voto, porque conservan esos principios de coherencia. No por lo bien que lo hacen, sino por lo mal que sigue haciéndolo el resto.



RESULTADOS DE LAS ELECCIONES GENERALES DE 2011.


24.448499 personas votaron.

10.830.693 votaron al PP (un 28% de la población con derecho a voto)

11.154.343 suman los votos en blanco, votos nulos y la abstención.

Sin el sistema de circunscripciones electorales el voto quedaría reflejado como en la gráfica que se muestra arriba, es decir el PP no tendría mayoría absoluta con 186 escaños. Solo tendría 160.

Izquierda Unida con 1.680.810 votos consigue 11 escaños.

Los catalanistas de CIU con 1.014.263 (más de medio millón menos que IU), consiguen 16 escaños.

La izquierda abertzale de AMAIUR con 333.628 (menos de la cuarta parte que IU) consigue 7 escaños.

1 comment:

Hugo said...

Javi,

Conozco a un conocido, que dice que solo vota cuando conoce la honestidad y buenas intenciones de, al menos uno de los candidatos, en persona.
En mi caso creo que estas elecciones son las primeras en las que votaré cumpliendo esa absurda máxima, que yo,ahora tambíen suscribo.
Por cierto; yo el resto de las veces voté, como tú ahora a Izquierda Unida.
Esta vez, votaré Izquierda Anticapitalista. Pués irremediablemente el mundo es y será cada vez más capitalista, por eso y porque fué mi padre quien me lo mostró; se merecen mi voto y mi confianza

Un besazo Hermano.
Hugo.