13 Feb 2011

EL OFICIO DE ACTOR

Me retiro. Me doy un repiro. Dejo el oficio de actor. Pero solo el "oficio", eh, no dejo el teatro ni el cine, solo dejo de actuar por oficio... ¿No lo entiendes? Bien, comenzaré desde el principio.

Mi mayor sueño siempre fue crear y actuar. Y hoy aún disfruto actuando, descubriendo el clown, las máscaras, el cuerpo, la locura.

Pero como tú bien sabes; el actor, casi nunca puede vivir actuando en el sentido estricto de la palabra, en más del 90% de los casos el actor es un vendedor de si mismo y con suerte conseguirá vivir de este oficio si "actúa" en comerciales, series mediocres, cortometrajes chapuzas y obritas malamente dirigidas. ¿Como defender un oficio en el que esta basura es la mayor parte de la oferta laboral?

El actor perece espiritualmente y se desvirtúa si se empeña en vivir y ganar dinero actuando a cualquier precio. Algunos se convencen de que lo que hacen es muy digno, de que mendigar unos minutos de gloria en un comercial es un oficio artístico y una forma muy intensa de ganarse la vida. Muy bien, como decía mi maestro; "siempre es mejor que servir copas en un bar". Además, todo oficio debe ser respetado y no es mi intención escarbar más en sus frustraciones, sino reflexionar acerca de lo que supone para mí este oficio que rechazo.

Conozco a demasiados "actores de oficio” que viven o malviven centrados en pegar el gran salto. En este mundillo la hipocresía, la pose constante, el disfraz chapuza, el gesto estudiado, la frustración más absoluta y en muchos casos la ignorancia y el vacío cultural se convierten en un modo de vida, fruto de años y años malgastados en hacer relaciones con el “mundillo”.

El prototipo de "actor comercial" de nuestros días es el ejemplo de lo que nunca debería ser un actor.

He decidido que siempre seguiré actuando en teatro, buscándome, cuestionándome, aprendiendo y creciendo. Es algo que me hace feliz. Estoy condenado a actuar, esté en Madrid, Buenos Aires o Guinea Ecuatorial. Y he decidido también dejar de centrarme en el mundo de los representantes y los representados; los grandes sueños de los mandamases y los ilusos. He decidido hacer mi trabajo y que sean ellos los que se fijen en mí.

HISTORIA DEL ACTOR

Todos comenzamos siendo muy “puros”. Todos creemos que hay un Brando, un De Niro o un Bardem en nuestro interior pujando por salir. Juramos y perjuramos que no escogeríamos cualquier guión, que prepararíamos el personaje a conciencia, dolorosamente, como nadie más podría. Pobres diablos que somos…

Pasan unos años, has tenido tus frasecitas en las series, has estado a puntito de salir en películas, has hecho muchos comerciales, te han hecho cientos de books de fotos chulísimas que han despertado la admiración de tus contactos del Facebook...

Peeeero, no has conseguido pegar el gran salto, mientras que otros sí. Otros llegan a fin de mes, otros son famosos, otros "trabajan".

Pasan los años. Algo ha mutado en ti; tu sangre es negra del veneno que te corre dentro. Antes no encendías la tele, te bastaban los clásicos del cine, ahora te sabes todas las series españolas y sus personajes, porque a cada rato ves más cerca el momento de que te toque. Antes aborrecías esa basura. Ahora competirías con garras y dientes por salir cinco minutos en el mayor bodrio de teleserie de adolescentes vomitivos. La MISMA serie en la que juraste que nunca saldrías ni por todo el dinero del mundo.

¡¡¡LO HAS CONSEGUIDO!!!

¿Ya estás contento? ¿Ya has llegado a la posteridad? ¿Ya conseguiste que tu nombre figure en la lista de los que consiguieron llegar al podio de la tele?
Los de tu escuela te envidian y te odian, pero de repente, como por arte de magia, quieren ser tus amigos.

Te ha llamado un representante, muy importante y glamuroso. Te dice que mires "así" de frente y confiado con esos ojos que sonrien como los de George Cloney. ¡Como los de Pierce Brossnan! Y que vistas moderno y colorido, fíjate. Que te creas el mejor actor del mundo.

Y para ti es fácil; ¿Cómo no creerte el mejor si ya lo eres? Si no, ¿Cómo explicar que has salido en la tele habiendo tanta competencia, tanta gente intentándolo? Eres el puto amo del barrio.

Representantes Dioses del Olimpo, almodóvares convertidos en Joseluises Morenos, afincados en las oficinas de Gran Vía.


Anda iros a tomar por...
(suena el telefono)
-¿Si? Disculpa, no. No era a tí, jefa.

Disculpa paciente lector. Tengo que irme.
Me llaman de un casting de un comercial... y si me sale ganaré en dos días para vivir tres meses!!!



EL MOMENTO DEL ACTOR


Buenos Aires, mes de diciembre (sensación térmica de 45 grados), Hospital pediátrico Garraham. Función de Peter Pan, musical infantil. Sueldo; 70 pesos argentinos (unos 10 euros). Perdonen si me pongo cursi.

Hoy por primera vez entendí que el teatro puede ser verdaderamente poético y revolucionario. Entiendo nuevamente porque sigo haciendo esto. ¡Teatro! Puente entre las tinieblas de la enfermedad y la luz brillante del arte. Acto amoroso y divino hacia el mejor de los públicos que siempre es el menos intelectual.

¡Niños del hospital Garraham! Nunca nadie nos entendió tanto. Su risa es el mayor ejemplo de libertad. La luz rompió todas sus cadenas y el teatro por un instante venció a la enfermedad.

Aquella niña en silla de ruedas encadenada por tubos de plástico nos pidió unirse al elenco en la siguiente función.

Y eso es todo lo que puedo decir.


No comments: