MADRID 2008, 3 RESACAS VERANIEGAS Y UNA DE VOLCANICO

¡SALVALE!

Cuando la ciudad respira su alquitrán pestilente
el niño flota en el agua
de Cerro Almodovar

Mientras, el yonqui se pincha,
el público vomita,
y el niño bracea.

Se pierde el tren..
y las llaves..
y la cartera..
Se pierde la cabeza.

Y si las desgracias
que son sandeces
te importan de verdad

Se perderá el azul del iris,
la mirada acuosa
del pequeño y temerario nadador

Se hundirá el cuerpo dorado,
el pequeño cuerpo suave
y esos ojos
que lo tienen todo por ver

Los encharcados pulmones
no volverán a inspirar
el pestilente humo de la ciudad

Asi que óyele,
mira sus ojos,
cáptale,
se está ahogando:
¡Sálvale!

Pierde tu cartera,
tus llaves,
pierde el último tren
que salga hacia la indiferencia

Y sé un héroe por cinco minutos
y respira hondo
el humo pestilente de la ciudad




ALLÁ DONDE VAYAS


Si te vas, aunque no te hayas ido
no podrás escuchar mi pataleo,
ni el rugir de mi estomago
que te llama
en el hueco frío de la cama

El vivir es un lujo de unos pocos
que se saben vivos
sin más.
Pero cuando toca desvivirse
muchos se sienten privados de la vida.
¡Ilusos!

No saben que la vida
no siempre se vive
a veces uno queda a la espera.
mirando los recovecos de cielo
que asoman difusos
por entre la nube negra

Está el tiempo de lanzar las piedras
y el tiempo de amontonarlas.

Se han roto los esquemas
¿crees que solo son los tuyos?
Mira por tu ventana y contempla
el perfil alquitranado de Madrid
las seis millones de personas
que te contemplan
y chismorrean felicísimos
en su soledad.

Siéntete único en el no vivir
el único pato triste del manzanares
si así lo quieres, siéntete así
en tu casa sin puertas ni ventanas.

Pero no cuentes conmigo, pendejo
te espero fuera, ladrando como un perro..

uno mas entre millones
de sabuesos vocingleros que
aunque no se sepan vivos,
vivirán
y te peseguirán
allá donde vayas.

A tí, bella ragazza
suave y melancólica
como una perra corriendo
por entre las faldas de una montaña




EL VIAJE Y LA NOCHE

El viaje se aproxima, las maletas están aun vacías
y las imágenes inundan mi retina
y los paisajes se anticipan en mis sueños.

El sol resbala por la cascada de humo de Madrid,
lentamente, el cuerpo padece su ausencia irrespirable
es un momento de paz o de vacío, de nostalgia o de tristeza

El crepúsculo veraniego ha anunciado el “The end”
pero la película sigue, intermitentemente
casi aburridamente, como dejándose pasar

Y casi sin dar tiempo a asumirlo
empieza otra historia, muy distinta a la anterior
la película de la noche, la movida madrileña

Ahora lo damos todo, la noche nos arrastra
alcohol, porros, gritos, sexo, amaneceres..
El sueño es escaso y el despertar deprimente

Y las maletas siguen vacías y los paisajes
ya no entran en mis retinas enrojecidas
ni los sueños en mi mente de resaca.




TODO PUEDE PASAR EN MI AUSENCIA


Todo puede pasar en mi ausencia
menos que se corrija el orden de los días.

Sueños terribles
en los que te quedas desumbilicado
porque tu cordón se encargó de hacer justicia
con tus miedos.

Memorandums reverberantes
como máquinas de producción intensiva
de compañía
ante el mutismo de unos muebles que por desgracia
todavía no aprendieron el murmullo.

Olvidos transitorios.
Ostracismos voluntarios.
Ignorancias necesarias.
Vueltas atrás.

Nuevos encuentros.
Alegrías improvisadas.
Alivio.
Sensación de conformidad.

Todo puede pasar en mi ausencia
menos que no pase nada.

(VOLCÁNICO MEHOYOS)